«En Madrid se mata poco», le decia al joven subinspector Angel Zarate su mentor en la policia; «pero cuando se mata, no tiene nada que envidiarle a ninguna ciudad del mundo», podria anadir la inspectora Elena Blanco, jefa de la Brigada de Analisis de Casos, un departamento creado para resolver los crimenes mas complicados y abyectos.
Susana Macaya, de padre gitano pero educada como paya, desaparece tras su fiesta de despedida de soltera. El cadaver es encontrado dos dias despues en la Quinta de Vista Alegre del madrileno barrio de Carabanchel. Podria tratarse de un asesinato mas, si no fuera por el hecho de que la victima ha sido torturada siguiendo un ritual insolito y atroz, y de que su hermana Lara sufrio identica suerte siete anos atras, tambien en visperas de su boda. El asesino de Lara cumple condena desde entonces, por lo que solo caben dos posibilidades: o alguien ha imitado sus metodos para matar a la hermana pequena, o hay un inocente encarcelado.
Por eso el comisario Rentero ha decidido apartar a Zarate del caso y encargarselo a la veterana Blanco, una mujer peculiar y solitaria, amante de la grappa, el karaoke, los coches de coleccionista y las relaciones sexuales en todoterrenos. Una policia vulnerable, que se mantiene en el cuerpo para no olvidar que en su vida existe un caso pendiente, que no ha podido cerrar.
Investigar a una persona implica conocerla, descubrir sus secretos y contradicciones, su historia. En el caso de Lara y Susana, Elena Blanco debe asomarse a la vida de unos gitanos que han renunciado a sus costumbres para integrarse en la sociedad y a la de otros que no se lo perdonan, y levantar cada velo para descubrir quien pudo vengarse con tanta sana de ambas novias gitanas.